El Hatha Yoga es el más conocido en Occidente, es el yoga de la fuerza, el yoga físico. Etimológicamente significa el yoga de la luna (Ha) y el sol (Tha). En el cuerpo la luna y el sol significan la energía mental y la física y de su unión resulta una tercera fuerza, la energía espiritual. Uno de los últimos objetivos de todo yoga sería despertar y elevar esta fuerza interior.
Podríamos considerar el Hatha Yoga como un método de desarrollo psico-físico que trabaja activamente sobre el cuerpo y la mente. Trata de eliminar toda impureza e imperfección corporal y busca constantemente someter el cuerpo a nuestra voluntad.
Mediante las técnicas propias del Hatha Yoga, limpiezas, posturas o asanas, cierres internos y ejercicios de respiración, se consigue una gran sensibilidad y un gran dominio del cuerpo, se llega a controlar e influenciar positivamente sobre músculos, órganos, vísceras, glándulas, así como sobre la mente y sus facultades, carácter, disciplina, voluntad, memoria, etc.
Todos los Yogas superiores se han visto influenciados y han tomado técnicas unos de otros, y podemos apreciar claramente la relación del Hatha Yoga con todos los demás, sirviendo como tronco común o base para la práctica de los otros yogas.
De las distintas formas de ser individuales, surgen todos estos yogas para poder acomodar a las peculiaridades de los caracteres individuales los beneficios y virtudes de todo este conjunto de prácticas. Es un deber del profesor de yoga, encaminar adecuadamente a cada alumno para que disfrute de la práctica y reconociendo las necesidades de cada persona.
De los distintos tipos de yoga distinguimos el Karma Yoga, Yoga de la acción y el trabajo, la realización de la tarea encomendada a cada uno sin esperar recompensa y con plena consciencia. Podemos utilizar las ventajas del Hatha Yoga para trabajar este tipo de yoga, mediante la realización de posturas, técnicas de fijación y concentración.
El Bhakti Yoga, otro yoga superior, es el camino de la devoción y la emoción. Por medio de la sensibilización, el Hatha Yoga nos permite descubrir y aproximarnos a este difícil tipo de yoga. Realizaremos aquí ejercicios que nos llevaran a estados superiores de consciencia.
El Gñana Yoga, yoga del conocimiento, es uno de los más difíciles, suele ser de los últimos en practicarse y es un camino intelectual, filosófico e intuitivo por el que accederemos a el mundo del conocimiento intuitivo. El Hatha Yoga mediante algunas posturas nos ayuda a encontrar respuesta a preguntas como: ¿quién soy yo?, ¿cuál es mi origen?, ¿por qué estoy aquí? Etc.
Por último destacar el Raja Yoga, yoga real mental y el siguiente paso natural en la senda del yoga. Fue descrito por Patanjali en el siglo II a.c. y comprende un conjunto de técnicas de interiorización, concentración y meditación. Mediante estas últimas junto con las propias del Hatha Yoga podemos alcanzar estados superiores de consciencia y experimentar el auténtico yoga mental.
No podemos olvidarnos de otros tipos de yoga, que en ningún modo son menos importantes o menos practicados, como por ejemplo el Kundalini Yoga o yoga de la energía. El Mantra yoga o yoga de los sonidos. El Tantra Yoga o yoga de la transformación de la energía, tan desconocido y mal interpretado en Occidente. El Kriya yoga o yoga de la acción, combinación de posturas, pranayamas o ejercicios de respiración y gestos simbólicos o mudras.
El camino del Yoga vemos pues que es muy amplio y abarca un amplio conjunto de prácticas, todas encaminadas a lograr el beneficio del individuo considerando a este desde varios puntos de vista y acomodando la practica a las peculiaridades de cada uno.
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