No hace falta hoy definir el término Violencia de Género: casi todo el mundo daría, si le preguntáramos, una definición más o menos acertada. Es más, todo el mundo al escuchar en la radio o ver en la televisión que hay una nueva víctima de la violencia de género sabe inmediatamente que una mujer ha sido asesinada a manos de su marido, ex-marido o compañero sentimental. Sin embargo, pensar que la violencia es algo que puede ocurrir en el interior de la casa, en el lugar donde uno se pone cómodo, "desconecta" y busca seguridad y tranquilidad, produce desasosiego y, en cierto modo, incomprensión pues, aunque ya estemos tristemente familiarizados con el término, seguimos preguntándonos ¿por qué hay hombres que pegan, insultan y vejan a las personas a quienes dicen amar? Y, sobre todo, ¿por qué la mujer se queda al lado de un hombre que la maltrata?
Si somos espectadores de una relación de violencia hay muchas cosas que nos pueden provocar indignación y repulsa como la escalada de maltrato, pero también desconcierto, como algunas de las reacciones de las víctimas. Nos gustaría que esas reacciones de silencio ante el maltrato se transformaran en grito, furia, rebelión. Y en una firme decisión de abandonar la relación. Pero esto sólo sucede cuando la mujer, vence su miedo al maltratador, supera la vergüenza al qué dirán, destierra la culpa irracional, abandona la creencia al "más vale malo conocido", supera su inseguridad al "qué será de mí" y salva la incertidumbre de un futuro incierto. Esto sólo sucede cuando encuentra el valor, reivindica su dignidad, recobra el aplomo y la energía para mirar de frente y gritar "BASTA". Esto sólo sucede cuando encuentra quien la escuche, la apoye, la anime y, a veces, dé el paso por ella.
Y es que hoy ese grito y ese "BASTA" se escuchan cada vez más, pero necesitan encontrar su eco en este entramado que formamos todos y que pomposamente llamamos Sociedad. Y este eco depende de todos nosotros pues no es sino una actitud de afrontamiento ante el problema, de tolerancia cero ante cualquier tipo de violencia contra la mujer, de tolerancia cero frente a toda situación en la que una mujer esté siendo tratada con desigualdad, desprecio o mofa, tolerancia cero ante una educación en la que se utilicen raseros diferentes para niños y niñas.
Hagámonos eco siendo una red de apoyo a todas estas mujeres que luchan día a día; al fin y al cabo estaremos construyendo una sociedad mejor donde hombres y mujeres se miren de igual a igual.
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