¿Cómo comunicar la decisión de la separación?
En las últimas décadas, han aumentado considerablemente el número de separaciones y divorcios, tanto en nuestro país como en otros muchos. Ante esta situación es importante conocer qué factores pueden proteger a los niños del estrés que conlleva la ruptura, para que les afecte lo menos posible, así como potenciar un nuevo modo de relación entre todos para que la situación se normalice con mayor rapidez.
Las pautas mas adecuadas a la hora de comunicar la separación son:
1. La decisión ha de ser comunicada por los padres de forma conjunta, si esto no es posible, es conveniente que ambos lo hagan por separado y ofreciendo las mismas versiones.
2. El niño debe ser informado cuando la decisión este tomada, nunca antes, para no generar más ansiedad e incertidumbre.
3. Al niño no se le informa de los conflictos o motivos de fondo que originaron la separación. Contarlos responde más a una necesidad personal de agredir al ex-cónyuge o a una incapacidad de elaborar el malestar propio.
4. Hay que explicar que han decidido vivir separados y que él/ella no tiene nada que ver con esta decisión. El niño no puede hacer nada para cambiar esta decisión y tampoco ha de sentirse culpable por ella.
5. Es conveniente decir que ésta es una decisión meditada y que por tanto, no es modificable.
6. Se le informa de quién se irá de casa y con quien va a vivir. No decir "Nada va a cambiar", pues no es cierto, mas bien, explicar cómo la separación va a afectar a sus rutinas y cuales son los cambios inmediatos que va a vivir.
7. Nunca hablar mal del otro padre delante del niño, ya que éste necesita para su adecuado desarrollo psicológico, tener una imagen positiva de ambos progenitores.
8. Dejar claro que no hay bueno ni malo, ni víctimas ni culpables; los problemas de fondo entre la pareja no son de interés para el niño ni su responsabilidad.
9. No fomentar fantasías sobre la posible reconciliación, ni mentirle diciendo que su padre/madre está de viaje, .
10. Aclarar al niño que se rompe el vínculo de la pareja, pero no el vínculo padre/hijo ni madre/hijo.
Con respecto a la edad de los niños, conviene tener en cuenta las siguientes orientaciones:
· Menos de 5 años: No necesitan explicaciones excesivamente largas y detalladas. Explicar que al padre que se va de casa no lo va a pasar nada malo y hablar con naturalidad (para trasmitir seguridad) del nuevo lugar donde residirá.
· Entre 5 y 9 años: Su principal preocupación es saber qué pasará con él, cuales son los cambios inmediatos en su vida y que sus padres seguirán ocupándose de él.
· Entre 9 y 12 años: Pueden culpar a uno de los padres de la ruptura familiar o pensar que se les pide que tomen partido. Además, a esta edad, los niños forman un fuerte vínculo con la figura del mismo sexo y desarrollan su identidad sexual. Con respecto a los hijos varones, es importante garantizar la continuidad en la relación con el padre.
Independientemente de todas estas consideraciones, quien se encuentre en esta situación debe recordar que los padres son los adultos, y que se presupone por ello, saben y deben comportarse de forma madura y responsable, y ser capaces de ponerse en el lugar de los hijos para saber que les gustaría ver y oír en esta difícil situación. Y si no es así, pedir ayuda profesional para aprender a elaborar y manejar mejor todos los pensamientos, emociones y posibles decisiones que conlleva la ruptura de la pareja y el inicio de una nueva etapa.
En el próximo mes, comentaremos cuáles son las reacciones mas frecuentes en niños y adolescentes ante el divorcio y cuando es necesario que éstos acudan al psicólogo para afrontar y adaptarse mejor a esta situación.
|