Donde hay amor se dice: te quiero como eres y no como a mí me gustaría que fueses.
Así es como podemos querer sin miedos a que la pareja se vaya, a que me falte o a que no me quiera.
Muchos enamoramientos son en esencia el deseo de que seas como me imagino y luego la realidad nos desenamora.
Los deseos de que la otra persona sea de una manera determinada, a menudo es una búsqueda de partes nuestras que tenemos menos desarrolladas o sin resolver y pretendemos que sea nuestra pareja quien nos complete, en vez de realizar nosotros el trabajo personal.
Cuando realizamos así la búsqueda, a menudo sufrimos, pues inconscientemente solemos elegir como pareja a quien en el fondo tiene nuestras mismas carencias, y el sentimiento al que llegamos es de desilusión y vació. A no entender como mi pareja es así, o puede estar haciéndome esto. Cuando solo nos estamos encontrando con un reflejo en el espejo de aspectos personales que nosotros mismos no queremos reconocer.
Los defectos que vemos en el otro, pueden ser a veces nuestros mismos vacíos, inseguridades, nuestra dificultad para comunicarnos, o nuestra dificultad par demostrar nuestro afecto espontáneamente, en definitiva nuestros miedos o nuestras culpabilidades sin resolver.
Las raíces de los problemas suelen ser parecidos, aunque en el día a día los vivamos bajo situaciones que los disfrazan y nos parece que la otra persona, nuestra pareja, es distinta a mí, y no puedo comprender por que actúa así, por que si me quiere no cambia, y un largo etc.
La base de la pareja es el AMOR, y el amor se traduce en otros muchos aspectos que la pareja a menudo tiene que trabajarse y mejorar, como la comunicación, la comprensión, la confianza, la libertad, el respeto, y muchos otros aspectos que consolidan la verdadera unión en una pareja.
El amor solo podemos darlo, cuando cada uno se quiere a sí mismo, cuando yo soy capaz de comunicarme honestamente conmigo, de comprenderme y de cuidarme con cariño, podré comprender a mi pareja y transmitirle el amor que llevo dentro.
La pareja esta formada por dos personas, por dos biografías, que tienen que ir encajando. Y para ello el amor debe ser incondicional.
Desde el amor incondicional puedo ver tu vida y tus acciones, y lo que eres, este deacuerdo o no, con el respeto y la comprensión con las que soy capaz de mirarme a mí.
Puedo verte, que como yo estas aprendiendo, y que para ello, igual que yo, te equivocas, te caes y te levantas, pero no te juzgo, ni te culpo, porque te quiero.
Te admirare por tu constancia y tu valentía, o me entristeceré por tu sufrimiento, y estaré ahí para apoyarte. Pero ante todo te respetare, si te amo sin condiciones.
Como decía Perls, de la psicología Gestáltica:
Tú eres tu, y yo soy yo,
No estoy en este mundo para cumplir tus expectativas,
Ni tú las mías.
Si nos encontramos será maravilloso,
Si no, no hay nada que hacer.
|