EL pensamiento y el deseo unificados son la fuerza mayor que reside en el ser humano, capaz de extraer la energía necesaria para darle forma y realidad a su vida. Esta Energía Primaria, Original es en la que nacemos, nos desarrollamos y tenemos experiencias. Energía cualificada, inteligente a la que se le denomina con diferentes nombres: Dios, Energía Divina, Unidad.

La humanidad a lo largo de la historia la ha utilizado de forma caótica, desordenada, sin tener en cuenta los principios inherentes de su naturaleza, creando un mundo lleno de sufrimiento (pobreza, enfermedad, guerras, soledad...).

La comprensión de que Espíritu y materia son uno, que las partículas que forman la materia son energía y esta energía es luz, nos sitúa a la humanidad en un nuevo paradigma para entender nuestra verdadera Naturaleza, Origen y Realidad.

Los Siete Rayos son la expresión de la Luz Divina en su proceso de manifestación, siendo la materia el estado de densidad máximo. Cada Rayo contiene un principio universal de la Energía del Origen que se repite como un patrón puro en todas las manifestaciones del Universo. La mente humana tiene la capacidad de comprender estos códigos y reproducirlos. También puede ignorarlos y por tanto introducir en la realidad de la materia distorsiones, cuando esto ocurre el hombre crea caos y sufrimiento.

El conocimiento, la práctica y la meditación de los Siete Rayos nos conduce a un desarrollo personal íntegro: Físico, emocional, mental y espiritual.

Esta enseñanza ha estado restringida en el pasado. Recibiéndola únicamente algunas personas mediante una larga y dedicada instrucción. Actualmente y debido al cambio de ciclo evolutivo de la Tierra y la Humanidad, Está disponible para la persona que busca el camino de regreso al Hogar, que quiere despertar su conciencia y que anhela verdaderamente contribuir a crear un mundo pacífico, prospero para todos y saludable.