EL SINDROME DE DOLOR MIOFASCIAL

Por: ANGELA LOPEZ
Quiromasajista
colaboradora de LA BOTIGA DE LA IAIA
Alicante


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El S.D.M. es un cuadro clínico frecuente que cada vez se diagnostica más, puesto que se conoce mejor, y se trata más eficazmente. Es una disfunción neuromuscular con tendencia a la cronicidad.

Hoy se encuentra bien diferenciado de cuadros con los cuales guarda ciertas similitudes, tales como la fibromialgia, la fibrositis, y el reumatismo muscular. Se sabe que cualquier inflamación, traumatismo agudo o de repetición, exposición al frío, factores estresantes y emocionales pueden desencadenar mecanismos patogénicos los cuales dan origen a que la fascia (membrana conjuntiva que envuelve a cada músculo y los separa de los vecinos), el músculo que contiene y en ocasiones otros tejidos conjuntivos flexibles y elásticos vecinos pierdan su elasticidad. Con ello la fascia y el músculo se acortan y duelen generando en una zona del mismo una banda tensa en cuyo interior alberga un punto diminuto hiperalgido llamado Punto Gatillo (P.G.).

Si la tensión inicial de un traumatismo generador de acortamiento, dolor y espasmo no se trata, y no se libera la fascia y el músculo portador de P.G. el cuadro se cronifica y el dolor referido es más insoportable, dando lugar a otros P.G. secundarios y satélites, que cada vez complican más el cuadro. Por otra parte, como consecuencia de la cronificación, el músculo se acorta más, se hace menos elástico, esta más limitado y débil, duele más, generando una gran tensión local y regional, que es difícil de tratar.

Este dolor irritable, crónico, benigno, como también se le ha denominado al S.D.M., que suele ser más frecuente entre mujeres (65% aprox.) que en varones (35%), es posiblemente en el momento actual el cuadro clínico, del aparato locomotor , que más bajas laborales ocasiona y más medicación (en ocasiones incorrectamente prescritas) emplea en su tratamiento.

El objetivo de este espacio es poner al día los conocimientos actuales sobre el tema, gracias a las publicaciones de los estudios del Dr. Vázquez Gallego y la Dra. Solana Galdamez y sobre todo de los trabajos claves desde 1983 de Jane Travell y David G. Simonds, aportando también mi experiencia personal.