Tanto la música flamenca, como sus bailes, son tan antiguos como la historia nuestra, es una mezcla de folklore andaluz, con ritmos gitanos y un toque de influencia árabe.
Aunque al principio, los conocimientos se pasaban de abuelos a padres y de padres a hijos, algunos bailaores, recogían estas enseñanzas de sus maestros y de la calle, y las llevaron a las academias. De la mezcla del baile Español y el Ballet Clásico nació el Baile Clásico Español, dentro del cual se encuentra el Baile Regional y el Flamenco.
Los palos del flamenco, son los distintos ritmos mas utilizados, hay innumerables ritmos flamencos, algunos ni se conocen hoy día, haré mención de los mas conocidos, entre ellos, alegrías y soleá, tangos, seguiriya, tarantos, bulería, farruca, caracoles... y un largo etc.
En un cuadro flamenco, existe una jerarquía, con un lenguaje propio, con un código que todos los participantes respetan, si existe la figura del bailaor o bailaora, éste manda sobre los demás músicos, indicándoles, la velocidad, y el ritmo que desea interpretar, les manda realizar un corte, un remate en la estrofa, modificando a su antojo, según la inspiración del día, el tema que interpreta. Detrás, aparece la figura del cantaor, él cantará para animar al bailaor, y para lucir su potencial y se callará cuando el zapateado del bailaor, sea motivo de lucimiento.
El siguiente en importancia es la guitarra española, que también, tendrá su protagonismo y será la que adorne con sus arpegios y su melodía envolvente, que casi, parece que también nos hable junto al baile y al cante, y por último, la percusión, el cajón, las castañuelas y las palmas, estos están supeditados a acompañar en el ritmo y a marcar el compás en todo momento a los demás, son el fondo de todo y a la vez los demás también se apoyan en ellos. Todos improvisan en conjunto, a veces en un solo, y otras todos a la vez.
Estoy segura, que al saber esto, muchos lectores podrán, comprender mejor, este arte, que aunque lo admiran, no lo terminan de entender, ocurre algo parecido con la música jazz, todos participan del mismo ritmo, pero éste está sujeto a cambios, pues son improvisaciones, de los distintos componentes del grupo lo que hace que el tema varíe tanto, por ejemplo, en flamenco es fácil escuchar una soleá, por bulerías, un ritmo lento, con una letra de lamento o desamor, se convierte en una jarana alegre que son las bulerías.
Hoy en día en las academias, tenemos un" handicap", nos es imposible, tener a un guitarra que nos toque en directo para poder trabajar los ritmos y la improvisación, sería impagable. Hace 20 años, esto era corriente, en la clase de flamenco, o en cursillos intensivos, trabajabas la técnica con un guitarra que seguía tu ritmo, ahora, nos conformamos, con adaptar coreografías a músicas, previamente grabadas, que aunque no es tan "del alma" como improvisar, si es gratificante, bailar al compás que mas te guste, con elegancia, conociendo bien los trucos y las formas de mover, las manos, la falda... etc. y a la vez, descargar al sistema nervioso de tensiones, que se van con el zapateado, sale el temperamento reprimido, el Flamenco es un buen canal de exteriorización de lo interior, a mi modo de ver, y os puedo decir, que, uno sale con la sensación de estar mas ligero, pero con los pies sobre la tierra.
|